miércoles, 20 de enero de 2010

Los de la goma

Cuando en febrero año 2007 entrevistaba a Pepe Asían, reconocido diseñador y vestidor de algunas Vírgenes, comentaba con cierta sorna pero también con algo de preocupación, ia aparición de una nueva especie de cofrades (él, por la diferencia de edad los denominaba niños) que dedican primordialmente su atención al tocado de las dolorosas. Incluso comentó entonces que en algún Besamanos se le ha llegado a acercar alguno de estos jóvenes para manifestarle su aprobación al modo en que había dispuesto el tocado a la imagen en cuestión, sin reparar en la belleza escultórica de la misma o sin dedicarle una mínima oración. En las ocasiones en que el tocado no responde a la calidad exigida por estos escrutadores de la estética, lo califican de una goma y para muchos la importancia de llevar o no una goma es tan superlativa que todo en sus comentarios gira en torno a un aspecto tan secundario y complementario como ese. A uno le gusta contemplar la estética de imágenes, de pasos, de nazare- J nos, de insignias. Como otros, tiene sus propias opiniones, que no tienen por qué ser dogmas de fe -como más de uno hace-, y tiene un especial gusto por lo antiguo, sin que ello suponga oponerse a una evolución estética que existe pese a que muchos no lo crean. En ocasiones ha sido hasta requerido por algún medio de comunicación para verter la misma, algo que siempre es de agradecer por lo que de reconocimiento supone a lo que uno piensa, pero de ahí e hacer un máster en encajes como alguno, va un mundo.
Hace unos años comenzó a dársele una importancia pienso que exagerada a los vestidores de imágenes. Incluso hubo quien calificó de arte esta labor; equiparándola por lo tanto a la creati- vidad que pueden desarrollar pintores, escultores, orfebres, tallistas, etc. Creo desmedido el considerar arte a una simple labor que tradicionalmente desarrollaban los sacristanes de los templos, dentro de su tarea de conservación y embellecimiento de los altares. Hace poco, el nombre de las personas que se encargaban de estas tareas era prácticamente desconocido, hasta que algún medio empezó a incorporarlo a los datos que ofrecen sobre la salida de las Cofradías. No eran muchos, no llegaban a diez entre todas las Hermandades. Hoy en día hay vestidores por doquier, muchas Hermandades tienen el suyo propio y exclusivo. Llegamos hasta conocer los aniversarios con las agujas y las blondas de algunos, y el nombramiento o destitución de vestidores se eleva a la categoría de noticia en ciertos medios.
Lo peor es que Los de la goma en muchos casos querrían serlo y ensayan con virgencitas en sus casas la labor de colocar encajes, mantillas o tules alrededor del rostro con la esperanza de ser un día designado para hacer lo propio con la Virgen de sus amores. Eso sí, se exponen a que lleguen Los de la goma a decir lo bien o lo mal que lo han hecho, aunque de esto entiendan tan poco como de otras cosas que mejor silencio.

Fuente:Boletin de las Cofradias de Sevilla (enero de 2010)
Autor:RAFAEL JIMÉNEZ SAMPEDRO

1 comentario:

  1. El presente articulo, pese a estar escrito con un claro referente hacia lo que sucede en Sevilla, no puedo por menos pensar que aqui en Almeria, mas de un personaje ha servido de ejemplo al Sr. Jimenez Sampedro para escribir tan acertado articulo. Para prueba un boton, mirad en el entorno cofrade almeriense y vereis cuantos y cuantos abducidos por los efluvios de la goma hay.
    Saludos.
    Fdo: Manuel Fernandez Gil.

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